Entendemos que una dieta para el colon irritable es más que un plan alimenticio; es una senda hacia el confort y la calidad de vida. Nos dedicamos a ser esa presencia cálida y experta que te guía, ofreciéndote soluciones y respuestas en cada paso de tu camino.
Una dieta síndrome del intestino irritable puede ser un terreno nuevo y, a veces, desafiante. Pero aquí, en Menja sa, te aseguramos que no estás solo. Con cada palabra, buscamos ser tu apoyo, tu guía y tu compañero en este camino hacia tu bienestar y la tranquilidad.
El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional digestivo que se manifiesta a través de una serie de síntomas como dolor abdominal y alteraciones en el tránsito intestinal, tales como períodos alternantes de estreñimiento y diarrea.
Aunque también es conocido por otros nombres, como colon espástico o colitis mucosa, el SII no se atribuye a alteraciones anatómicas evidentes, sino que se diagnostica a menudo cuando otras causas no se pueden identificar.
Estos elementos, junto con factores de salud emocional como el estrés y la ansiedad, están vinculados con el síndrome. La adopción de una dieta para personas con colon irritable y la guía de un nutricionista para colon irritable son esenciales para manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.
Al tratarse de un trastorno funcional, los síntomas del colon irritable están vinculados especialmente con la evacuación. Así pues los síntomas pueden ser los siguientes:
Hay que tener también en cuenta que existen 3 tipos de síndrome del colon irritable:
Para poder diagnosticar el SII o colon irritable se utilizan los criterios de Roma IV, según los cuales debe haber dolor abdominal recurrente, al menos 1 día a la semana, relacionado con la hinchazón abdominal y la evacuación, ya sea por:
Si los síntomas aparecen a partir de los 50 años, si presentas sangrado rectal, pérdida de peso sin explicación, dolor abdominal que no esté relacionado con la evacuación, diarrea persistente incluso por la noche y que te despiertan, anemia por pérdidas de hierro, náuseas y/o fiebre, estaríamos ante un trastorno más grave y serían necesarias otras pruebas diagnósticas.
Para realizar una dieta para el colon irritable es indispensable tener en cuenta que:
La implementación de una dieta para el colon irritable demanda varias acciones terapéuticas, incluyendo psicoterapia y dietoterapia. Gestionar emociones y estrés puede mejorar eficazmente el Síndrome del Intestino Irritable.
La dietoterapia se usa para alivio de los síntomas mencionados anteriormente, proponiendo una dieta baja en fibra y grasas. Se trata de una dieta de fácil digestión donde las fibras están limitadas, así como las elaboraciones fritas o con salsas y sofritos.
De hecho, una dieta baja en FODMAP ha demostrado un alto nivel de evidencia científica, especialmente en SII-D (con diarrea predominante). Deberá valorarse en caso de SII-E (con estreñimiento predominante). Siempre deberá ser un Dietista Nutricionista experto quien paute la dieta en cada caso.
Una dieta para pacientes con colon irritable se centra en equilibrar alimentos que alivien y no agraven los síntomas. A continuación, desglosamos las opciones alimenticias que deberías considerar y las que es mejor evitar.
En la dieta para intestino inflamado, identificar los alimentos amigos de tu digestión es clave. A continuación, te presentamos una lista de alimentos que pueden ser tus aliados en el día a día.
GRUPO DE ALIMENTOS | BAJO CONTENIDO FODMAP |
---|---|
LÁCTEOS | Leche sin lactosa, queso camembert, cheddar, mozzarella de cabra. |
FRUTAS | Arándano, plátano, frambuesa, kiwi, mandarina, naranja |
VEGETALES | Acelga, alfalfa, berenjena, espinacas, hinojo, lechuga hoja de roble, brotes tiernos, escarola, nabo, pepino… |
CEREALES Y TUBÉRCULOS | Libres de gluten, almidón de maíz, avena, arroz, maíz, sorgo, quinoa, mijo |
LEGUMBRES | Lenteja en pequeña cantidad |
DULCES | Azúcar |
BEBIDAS | Bebida de arroz, de avena, de almendra |
SEMILLAS Y FRUTOS SECOS | Almendras, semillas de chía, semillas de lino |
GRASAS | Aceites vegetales |
Conocer los alimentos a evitar es fundamental en la dieta para pacientes con colon irritable. Descubre en la siguiente tabla aquellos que podrían intensificar tus síntomas.
Aunque depende de la tolerancia de cada persona, existen algunos alimentos que, habitualmente generan molestias en caso de sufrir síndrome del intestino irritable o colon irritable. Son los siguientes:
GRUPO DE ALIMENTOS | ALIMENTOS PROHIBIDOS CON COLON IRRITABLE |
---|---|
AJO Y CEBOLLA | Muy usados en las cocinas mediterráneas para sofritos o acompañamientos y suelen ser muy indigestas creando más flatulencias. |
LEGUMBRES | Las legumbres en etapas iniciales son excluidas para mejorar la sintomatología de gases ya que son ricas en fructooligosacáridos que pueden crear molestia abdominal. |
CEREALES INTEGRALES | Los cereales integrales suelen ser indigestos y producir mayores síntomas digestivos. Por ello es mejor consumirlos blancos o refinados y valorar qué tal nos sientan. |
FRUTAS ALTAS EN FRUCTOSA | Frutas como manzana o el mango pueden ser indigestas en etapas iniciales |
ALGUNAS VERDURAS Y FERMENTADOS | espárragos, alcachofas o algunos fermentados como el kéfir o el chucrut harán que la sintomatología se agrave ya que son alimentos con alto contenido en gas. |
Todos ellos son alimentos beneficiosos para nuestra salud, especialmente para nuestra microbiota digestiva, ya que contribuyen a la formación de ácidos grasos de cadena corta, fuente de energía de las células intestinales y de las bacterias beneficiosas de la flora intestinal. O, como en el caso del kéfir o el chucrut, actúan como probióticos aportando bacterias beneficiosas a nuestro intestino. Pero es necesario tener claro que, en etapas iniciales del proceso, resulta más beneficioso retirarlos temporalmente de la alimentación con el objetivo de mejorar los síntomas y contribuir a una mejor funcionalidad del intestino. De esta manera, cuando llegue el momento de la reintroducción, su tolerancia será mejor.
Manejar el síndrome del intestino irritable puede ser complejo y una dieta para colon nervioso se destaca como una solución esencial. Pero, es vital reconocer que otros factores también tienen un papel fundamental en el control de esta condición.
DIA | COMIDA | CENA |
---|---|---|
LU | Ensalada de brotes tiernos con rabanitos Espirales de lenteja roja (50 g máx peso crudo) con 1 huevo duro y aceite de oliva 1 kiwi | Acelgas con patata rehogadas en la sartén Pechuga de pollo marinada con limón y hierbas provenzales Yogur natural sin lactosa con canela |
MA | Quinoa salteada con calabacín y berenjena y gambas 2 rodajas de piña | Ensalada de pepino Tortilla de patata al horno con pan de trigo sarraceno con aceite Yogur natural sin lactosa con arándanos |
MI | Ensalada de espinacas baby y rabanitos con salsa de yogur sin lactosa Pechuga de pavo a la plancha 2 mandarinas | Puré de calabacín, patata y puerro (parte verde) Salmón con eneldo y limón al papillote Yogur natural sin lactosa con canela |
JU | Dados de pollo salteados con calabacín, judías tiernas y arroz integral al curry 2 rodajas de piña | Sopa de pollo con fideos de arroz Rehogado de espinacas y huevo poché Yogur natural sin lactosa con frambuesas |
VI | Espaguetis de lenteja roja (50 g máx peso en crudo) con calabacín, berenjena y tiras de pavo Pan de trigo sarraceno Plátano | Rodaballo al horno con patatas, calabaza y boniato Yogur natural sin lactosa con canela |
La controversia persiste sobre si eliminar o no el gluten durante las etapas iniciales tras un diagnóstico de síndrome de intestino irritable, especialmente al considerar la dieta para colon irritado.
El gluten, presente en cereales como el trigo y la cebada, ha sido estudiado con hallazgos mixtos: algunos indican beneficios y reducción de la inflamación, mientras otros sugieren que su eliminación podría sensibilizarnos al mismo.
Los cereales con gluten son ricos en fructanos, un FODMAP. Esto podría explicar por qué consumir trigo o centeno tras un diagnóstico de síndrome del intestino irritable puede incrementar las molestias, atribuyéndose más a los fructanos que al gluten.
Optar por cereales menos procesados, como la espelta (una variedad de trigo con menos gluten), puede ofrecer mejoras significativas en la gestión de los síntomas.
Cereales como el arroz y la avena, si están certificados como sin gluten, y pseudocereales como la quinoa, son opciones libres de gluten que pueden ser consideradas en dietas para el colon irritable.
Se ha evidenciado que una dieta para el colon irritable baja en FODMAP puede ser significativamente útil durante las etapas iniciales del síndrome del intestino irritable, en particular en casos de SII-D (con predominancia de diarrea) y, es digno de consideración, en situaciones de SII-E (donde predomina el estreñimiento).
No obstante, es crucial no perpetuarse en ella, dado que estamos hablando de una dieta sumamente restrictiva que, si se mantiene durante un periodo extenso, podría acabar perjudicando nuestra microbiota digestiva. Esta, como mencionábamos inicialmente, está intrínsecamente vinculada con este trastorno.
Por tal razón, una dieta para intestino irritable siempre debe ser prescrita y supervisada por un dietista-nutricionista. Este profesional no solo guiará la implementación de la dieta, sino que también realizará un seguimiento continuo y, finalmente, dirigirá la reintroducción paulatina de alimentos.
Si bien todavía se encuentra en estudio, es necesario evaluar en las mujeres con endometriosis si existe una relación con la aparición del síndrome de intestino irritable. El flujo retrógrado, o menstruación retrógrada que provoca la endometriosis, puede afectar a diferentes partes del intestino dañando la permeabilidad intestinal.
El síndrome de intestino irritable (SII) afecta la calidad de vida, causando molestias digestivas y ansiedad asociada a la gestión de evacuación y restricciones dietéticas. Este trastorno impacta nuestra vida social y requiere un diagnóstico temprano y personalizado. El tratamiento debe ser integral e incluir un abordaje psicológico, enfocándose en el vínculo entre pensamientos, emociones y reacciones intestinales.
Bibliografía
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El colon irritable es una patología crónica por la cual, si bien no hay curación si se pueden remitir los síntomas y brotes con una buena alimentación adaptada. (DRF).
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La lactosa es un azúcar fermentable presente en los lácteos y en productos elaborados con leche como quesos o yogures. De hecho, la lactosa es un FODMAP. Así que, en caso de recurrir a la dieta baja en FODMAP, en la fase inicial, y de forma temporal, se eliminará la lactosa de la dieta.
Pero deberá reintroducirse en la última fase de esta dieta, siempre y cuando no nos hayan diagnosticado una intolerancia a la lactosa. Por ello, de nuevo, debemos recordar la importancia de que sea un dietista-nutricionista experto quien paute nuestra dieta y la reintroducción de los alimentos.
Se ha comprobado que existe una relación con efecto positivo, aunque no la única para la mejora de síntomas, entre el síndrome del intestino irritable o colon irritable y la dieta FODMAP. Al disminuir significativamente los hidratos de carbono altamente fermentables, los síntomas como la hinchazón abdominal, el dolor y los gases disminuyen claramente o incluso desaparecen.
De esta manera, no solo mejora la calidad de vida al disminuir o incluso desaparecer los síntomas, sino que además conseguimos mejorar la función intestinal, permitiendo mejorar, más adelante, la tolerancia a los alimentos que ahora nos están provocando más malestar.
El síndrome del colon irritable se considera una enfermedad crónica. Los síntomas pueden variar en intensidad y duración en cada individuo. Algunas personas pueden experimentar periodos de alivio o remisión de los síntomas, mientras que otras pueden tener síntomas más persistentes.
Algunos consejos para mejorar la calidad del sueño serían: Mantener un horario de sueño constante; establecer una hora de acostarse temprana; establecer una rutina relajante antes de dormir; evitar comidas copiosas antes de acostarse; optar por un refrigerio ligero y saludable o reducir la ingesta de líquidos antes de acostarse.
Varios estudios han demostrado que el ejercicio ligero o moderado puede mejorar los síntomas del colon irritable como la fatiga, la hinchazón y el estreñimiento. Actividades como caminar a paso ligero, montar en bicicleta a una velocidad moderada, nadar o participar en clases de ejercicio aeróbico de intensidad moderada, al menos 30 minutos unos 5 días a la semana.