
En verano apetecen especialmente las cremas o sopas frías, un primer plato muy refrescante ideal para los días más calurosos. Son platos muy conocidos y típicos del verano el gazpacho, la vichyssoise o la sopa de melón, pero hay otros que resultan muy originales, suaves y vistosos, como el que os presentamos hoy.
Combina una hortaliza de temporada, el tomate, con remolacha cocida y queso feta y da como resultado una crema diferente a las que conocemos.
Receta de crema de tomate con remolacha y queso feta
Ingredientes para 4 personas:
- ½ kg de remolacha cocida
- ½ kg de tomate maduro
- 1 diente de ajo
- 100 g de queso Feta
- Brotes de alfalfa para decorar
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra
Preparación de la receta de crema de tomate con remolacha y queso feta:
- Escalda los tomates y pélalos.
- Corta los tomates pelados y la remolacha en dados, y tritúralo todo junto con el diente de ajo y el aceite de oliva.
- Pásalo por el colador chino.
- Sazona al gusto y deja enfriar en la nevera hasta el momento de servir.
- Al servirla decora con dados de queso feta y brotes de alfalfa.
Valoración nutricional para una persona:
Tabla nutricional | Energía (Kcal) | Proteínas (g) | Hidratos de Carbono (g) | Grasas (g) | Fibra (g) | Sodio (mg) | Colesterol (mg) |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Valoración nutricional | 225 | 6,6 | 12,5 | 15,3 | 4,2 | 10,72 | 3,75 |
%RDA | 11% | 9% | 5% | 23% | 16,8% | 54% | 1% |
* Las RDA hacen referencia a las recomendaciones nutricionales diarias para una dieta equilibrada para un adulto. Los % son orientativos, ya que hay RDA que pueden variar de una persona a otra.
Este plato es bajo en colesterol y si se utiliza un queso desnatado será mucho más bajo en grasa y por lo tanto apto para aquellas personas que siguen una dieta de control de peso o padecen hipercolesterolemia. Su contenido en antioxidantes, como los flavonoides de la remolacha o el licopeno y la vitamina C del tomate lo hacen apto para los enfermos cardiovasculares si utilizan queso bajo en grasa y sal o leche desnatada en lugar de queso. Las personas con niveles bajos de hierro pueden aprovechar las propiedades antianémicas de la remolacha.
Los hipertensos pueden sustituir el queso por leche desnatada para rebajar el contenido en sal del plato. Los diabéticos lo pueden adaptar reduciendo al mínimo la cantidad de remolacha, puesto que lleva mucho azúcar. Al no contener gluten es un plato apto para celíacos, y gracias al elevado contenido en fibra puede ayudar a las personas con estreñimiento. Los componentes del tomate protegen, además, del cáncer de próstata.

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