
as fresas son una fruta originaria de América y no llegaron a España hasta el s.XIX, gracias a los primeros colonos de Estados Unidos.
Existen más de mil variedades de fresas y fresones, aunque las más comunes y consumidas se pueden resumir en dos variedades: la fresa europea (de tamaño pequeño, muy delicada y de sabor muy dulce) y la fresa americana o fresón (de ayor tamaño, más resistente y menos dulce).
as podemos encontrar en los mercados y en las tiendas desde el mes de febrero hasta bien entrado el verano, aunque sus mejores meses son abril y mayo, meses en que las frutas están más dulces y sabrosas y desprenden su mejor aroma.
Propiedades nutricionales de las fresas
as fresas y los fresones son frutas que aportan pocas calorías (unas 35 por cada 100 gr de fruta) debido a que su componente más abundante es el agua.
Destaca su aporte de fibra soluble, que mejora el tránsito intestinal y ayuda en casos de estreñimiento.
Destaca también el gran contenido en vitamina C, de propiedades antioxidantes, y de betacaroteno. Contienen también un poco de vitamina E y minerales como el potasio, el magnesio, el calcio y el hierro, éste último en menor proporción pero de fácil absorción por parte del organismo gracias a la riqueza de la fruta en vitamina C.
Su color rojizo es debido a la presencia de unos pigmentos vegetales llamados antocianos, que también son responsables de sus propiedades antioxidantes.
No obstante, no todo son beneficios, ya que estas frutas contienen unas sustancias llamadas salicilatos, que son las responsables de las reacciones cutáneas, picor y urticaria que provoca a las personas que tienen alergia a la aspirina. Esto se debe a que la aspirina contiene ácido acetilsalicílico, uno salicilato, por lo tanto, las personas alérgicas a la aspirina suelen serlo a las fresas y viceversa. Por este motivo, los niños no deben tomarlas antes de los dos años, y siempre tienen que comerlas en pequeñas dosis para asegurarse de que las toleran bien.
Son frutas muy delicadas y tiernas, que se deterioran muy fácilmente con el calor, el transporte y la humedad. Por eso, es mejor comprar sólo las que se vayan a consumir el mismo día o el día siguiente.
Al comprar los fresones y las fresas, tenemos que tener en cuenta que las hojas sean bien verdes, que el fruto no tenga golpes, que no haya piezas con moho y que la carne sea tersa y de color brillante. Es importante que no retiremos los tallos hasta que se hayan lavado para mejorar su conservación.
Al ser tan delicadas, se tienen que guardar dentro del envase de compra y colocar en la parte alta de la nevera. En estas condiciones se pueden conservar hasta cuatro días, si no son muy maduras, aunque es preferible comerlas antes para disfrutar de todos sus nutrientes y de su aroma.
Culinariamente, la fresa y los fresones son frutas que permiten muchísimas posibilidades de preparación. Se pueden consumir frescas, solas o con azúcar, azúcar y vinagre, zumo de naranja, nata, con cereales, yogur o en batido con leche u otras frutas. También se pueden preparar cocinadas para elaborar helados, mermeladas y multitud de preparaciones de pastelería, como ingredientes en ensaladas y en multitud de postres como por ejemplo bañadas en chocolate negro fundido. Incluso se puede hacer una bebida alcohólica con ellas, el dulce y refrescante licor de fresas.

Diplomada en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Vic; icenciada en Ciencia y Tecnología de los alimentos por la Universidad de Vic; Postgrado en Nutrición Humana y Dietética Materna infantil por la Escuela Universitaria de Enfermería de Sant Joan de Deu y Máster en Comunicación y Gastronomía por la Universidad de Vic.
Soy Miembro colegiada en el colegio profesional de Dietistas y Nutricionistas de Cataluña (CODINUCAT) (CAT000273).