
Las grasas son indispensables para la vida y es necesario introducirlas en nuestra alimentación diaria. Pero no todas las grasas son iguales. Las grasas saturadas y el colesterol presentes en los alimentos de origen animal, si las consumimos en exceso, pueden poner en riesgo nuestra salud cardiovascular. En cambio, la ingesta de aceites vegetales, especialmente el aceite de oliva virgen extra, se relaciona con una mejora del perfil lipídico en sangre, y por lo tanto, con la protección de la salud de nuestras arterias.
Este mensaje, extendido con la finalidad de reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares, nos ha llevado a creer que el consumo de grasa vegetal siempre es mejor que el de grasa animal. ¡Esta creencia es falsa! y es aprovechada por la industria alimentaria, que resalta y publicita el contenido de grasas vegetales en sus productos sabiendo que el consumidor, que tiene tendencia a relacionar vegetal con salud, escogerá antes alimentos preparados con aceites vegetales que con grasas animales. Pero ¡cuidado! no se pueden otorgar beneficios para la salud a todas las grasas de origen vegetal. De hecho, algunas grasas de origen vegetal son tanto o más perjudiciales para nuestras arterias que las propias grasas de origen animal.
Tipos de grasas vegetales
GRASAS VEGETALES RECOMENDABLES
- Aceite de oliva virgen extra
- Aceites de semillas, siempre y cuando se utilicen en crudo
- Frutos secos crudos y no salados
- Aguacate
GRASAS VEGETALES POCO RECOMENDABLES
- Aceite de oliva refinado
- Aceites de semillas cuando se usan para freír o cocinar
- Aceite de coco y Aceite de palma
- Grasas hidrogenadas y parcialmente hidrogenadas
Afortunadamente, la ley actual obliga a las empresas a identificar la fuente concreta de las grasas utilizadas, ya sean de origen animal o vegetal. Así, frente a la denominación “grasas vegetales” es importante buscar de qué fuente provienen estas grasas antes de decidir nuestra compra.

Dietista-Nutricionista, diplomada por la Universidad de Barcelona en 2003 y postgraduada por la UAB en el tratamiento de la Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria. Formación especializada en alimentación infantil a través del curso de extensión universitaria de la UB en alimentación y nutrición en la infancia. Educadora en el tratamiento de la obesidad mediante el programa «Niños y adolescentes en movimiento» de la Vall d’Hebron y miembro del grupo de trabajo «alimentación durante la gestación y la primera infancia» del colegio de dietistas-nutricionistas de Cataluña , del cual soy miembro con el número CAT000506.