
odemos decir de los cítricos que:
- Refuerzan las defensas del organismo. Gracias a la vitamina C, al ácido fólico y a los ?-carotenos. La vitamina C mejora la absorción de hierro de los alimentos, interviene en la síntesis de glóbulos rojos y mejora la resistencia a las infecciones. El ácido fólico interviene en la síntesis de anticuerpos, así como en la producción tanto de glóbulos rojos como blancos. Y los ?-carotenos, que actúan como provitamina A, es decir, que una vez dentro del organismo son convertidos en vitamina A, son parte indispensable en el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.
- Son los aliados perfectos en el caso de sufrir anemia ferropénica. Hay muchos alimentos de origen vegetal ricos en hierro, incluso a veces contienen más hierro que por ejemplo el hígado de ternera. Es el caso de los garbanzos, de las lentejas o de muchos frutos secos – no podemos incluir las espinacas en este grupo dado que su elevado contenido en oxalatos no permite la absorción del hierro que contienen -. ero este hierro es de difícil absorción para el organismo, decimos que presenta una baja biodisponibilidad, dado que no se encuentra en forma hemo (procedente de la hemoglobina y la mioglobina como es el caso de la carne). La vitamina C ejerce un papel de mejora de la biodisponibilidad del hierro no hemo, y por lo tanto permite mejorar la absorción del hierro procedente de nuestra alimentación. or el mismo motivo, en el caso de estar tomando un suplemento de hierro, se recomienda que este se tome acompañado de un cítrico con el fin de optimizar la absorción.
- Ayudan a disminuir el riesgo cardiovascular. Tanto la vitamina C, como los ?-carotenos y flavonoides son antioxidantes. Esta función protege a las arterias y a los vasos sanguíneos del efecto del colesterol “malo”, impidiendo que éste se deposite en ellas. Al mismo tiempo, el efecto antioxidante protege de las enfermedades degenerativas, otra de las causas de la enfermedad ateroscleròtica.
- Mejoran la función hepática. Los cítricos tienen una función colerética y colagoga, es decir, por un lado favorcen la síntesis de bilis por parte del hígado (efecto colerético), y por el otro estimulan la secreción de bilis por parte de la vesícula biliar (efecto colagogo). Esto permite:
- Mejorar la digestión de las grasas, ya que ésta es una de las funciones de la bilis.
- Mejorar la digestión en general, ya que entre otras sustancias la bilis contiene bicarbonato, elemento indispensable para neutralizar el ácido procedente del estómago y así, permitir que continúe la digestión y tenga lugar la absorción de nutrientes a nivel intestinal.
- Ofrece un efecto protector de la litiasis biliar (piedras en la vesícula), ya que el efecto colerético estimula la síntesis de una bilis más fluida.
- Son los aliados perfectos en caso de estreñimiento. Se debe a tres efectos:
- En ayunas, el efecto colagogo va acompañado de un efecto laxante
- El agua y la fibra que contienen estas fibras ayudan a regular el tránsito intestinal, favoreciendo la evacuación
- El magnesio tiene un efecto laxante
- Tienen efecto diurético. Su alto contenido en agua (80-90%), así como de potasio (200 mg.), le confiere esta propiedad. De modo que están indicados en casos de retención de líquidos e hipertensión.
or último solo recordarte que, la alimentación saludable indica que una de las 2-3 piezas de fruta que hay que tomar al día debe ser un cítrico, que como hemos visto, puede tratarse también del kiwi. De esta manera se consiguen todos los efectos saludables mencionados en la cantidad suficiente, sin excesos ni déficits.
En aquellos casos en los que los cítricos puedan provocar molestias digestivas, debido a su contenido ácido, como pueden ser casos de gastritis, hernia de hiato, úlcera gastroduodenal, o incluso durante el embarazo, es importante buscar el tipo de cítrico y la preparación de éste más adecuada, con el fin de poder seguir disfrutando de sus propiedades. Te recomendamos que, si es el caso, pruebes con las mandarinas. No sólo se pueden comer enteras, o como parte nuestras recetas, sino que además ofrecen un zumo fantástico, y a menudo mejor tolerado que el zumo de las naranjas.

Diplomada en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Vic; Licenciada en Ciencia y Tecnología de los alimentos por la Universidad de Vic; ostgrado en Nutrición Humana y Dietética Materna infantil por la Escuela Universitaria de Enfermería de Sant Joan de Deu y Máster en Comunicación y Gastronomía por la Universidad de Vic.
Soy Miembro colegiada en el colegio profesional de Dietistas y Nutricionistas de Cataluña (CODINUCAT) (CAT000273).