
Solo en nuestro país nos gastamos unos 2 millones de euros al año en productos y/o dietas milagro. Sin embargo continuamente se publican estudios que señalan que para alcanzar y mantener una pérdida de peso sostenida en el tiempo son necesarios cambios duraderos en nuestro estilo de vida.
Para poder realizar estos cambios en nuestras conductas relacionadas con la alimentación y la actividad física se requiere tiempo, estar motivados y cierto esfuerzo. Solo así conseguimos romper con los hábitos adquiridos durante años y crear nuevos hábitos de salud que nos lleven a un peso saludable y duradero. Sin embargo, por diferentes medios recibimos mensajes que nos dicen “que es fácil y rápido perder peso con tal o cual pastilla”. Ciertamente es tentador y, aparentemente, menos costoso que hacer cambios en nuestro estilo de vida. Pero ¿qué nos dice la ciencia sobre esta cuestión? ¿Son realmente eficaces estos productos para perder peso? ¿Tienen algún efecto indeseado o incluso contraproducente?
¿Funciona perder peso con pastillas?
Un estudio muy reciente publicado en la revista Nutrition indica que el uso de suplementos para favorecer la pérdida de peso genera justamente el efecto contrario. ¿El motivo? El llamado “efecto liberador”, que hace que nos relajemos en el control de nuestra ingesta pues depositamos la confianza en el efecto del fármaco o del suplemento. Se trata de una consecuencia psicológica no intencionada, pero que sumado a la baja eficacia de estos productos para producir una bajada de peso y de grasa clínicamente relevante y sin riesgos, tiene como resultado un aumento del peso prolongado en el tiempo. Los autores del estudio destacan lo irónico que resulta que el porcentaje de población con obesidad haya aumentado al mismo tiempo que la venta y el uso de suplementos para perder peso se haya disparado.
El estudio que demuestra que no funciona perder peso con suplementos dietéticos
El estudio, realizado en contexto real, se llevó a cabo con dos grupos de personas que querían perder peso. El primer grupo, denominado “grupo control”, recibió una pastilla que no producía ningún efecto y así se informó a los participantes (procedimiento denominado “condición control de placebo conocido” en la literatura científica). El segundo grupo recibió un “suplemento para perder peso”, que también era placebo, no producía efecto, pero en este caso los participantes lo desconocían. Posteriormente, y como premio por participar en el estudio, les ofrecieron comer en un buffet libre y los investigadores evaluaron la cantidad y la calidad de comida que comió cada persona. Los resultados fueron sorprendentes: los participantes que creyeron recibir el “suplemento para perder peso” comieron significativamente más cantidad de comida y de peor calidad, es decir, alimentos poco saludables. En cambio, los sujetos del grupo control comieron menos cantidad y eligieron alimentos más saludables. Además los investigadores encontraron que cuanto más positiva era la actitud y opinión de los participantes en cuanto a la eficacia de los suplementos para perder de peso más potente era el “efecto liberador”, es decir, comían más. Cuanta más confianza se deposita en los fármacos o en los suplemento más se come y de peor calidad. Dicho de otra manera, estas personas delegaron el esfuerzo, el cambio de hábitos y la motivación a un simple producto químico, disfrazado con mensajes de producto para perder peso de manera rápida, fácil y comiendo “lo que quieras”.
Este efecto ya se había documentado en estudios previos de laboratorio, pero éste es el primero realizado en contexto real, como puede ser ir a comer a un buffet libre. Por tanto si sumamos (1) la ineficacia de este tipo de productos para favorecer la pérdida de peso, particularmente, en la reducción del tejido graso; (2) los efectos secundarios que este tipo de productos pueden producir en nuestro organismo (hasta ahora poco estudiados) y (3) los efectos psicológicos, todo ello hace que nos relajemos y a la larga comamos más y de manera menos saludable.
Si no tomo pastillas ¿puedo hacer una dieta para perder peso?
Entonces, ¿es posible perder peso sin “milagros”? Por supuesto que sí. Para ello debemos desaprender las falsas creencias sobre lo que es saludable y lo que no, cambiando el “chip” de nuestro concepto de alimentación y sobre nuestra imagen, y consiguiendo cambios en nuestro estilo de vida que sean duraderos. Sólo así mejoraremos nuestra salud, nos sentiremos mucho mejor con nosotros mismos/as y cada día tendremos más ganas de cuidarnos y mimarnos.

Doctorada en Psicología y Master en Dietética y Nutrición Humana por la Universidad Autónoma de Barcelona. Profesora en el Departamento de Psicología Clínica y de la Salud de la UAB desde el año 2006 colegiada en el Colegio Profesional de Psicólogos de Cataluña (COPC; Colegiada nº 12546)